lunes, 2 de septiembre de 2013




Siempre quiso viajar.




Cuando niño lo hizo a través de las historias de sultanes orientales y encantadores exóticos.

Cuando joven, siguió haciéndolo con libros que mostraban países lejanos y maravillosos y gentes diversas.

Cuando adulto, ahora más serio pero sin perder la capacidad de asombro, continuó viajando a través de los libros de historia, guerras...

Cuando anciano, emprendió su único viaje en realidad, en cuerpo y alma:

Su cadáver estaba lleno de mundo.